martes, 24 de diciembre de 2013

FELICES FIESTAS

   Desde este blog os deseamos a todos los que nos seguís, visitáis o simplemente curioseáis por la web unas felices fiestas y un prospero año nuevo. Un servidor se va a pasar estos días dando cuenta de este regalo que me han dejado los reyes con adelanto: Una crónica de la defensa del castillo de Sagunto durante el asedio que sufrió a manos del ejercito napoleónico en 1811. Una oportunidad para ponernos al día sobre uno de los momentos más importantes de la historia de Sagunto, ademas escrito por uno de sus protagonistas: El Brigadier Luis María Andriani y Escofet, comandante de las tropas españolas que lo defendieron tan valientemente desde el 23 de septiembre al 26 de octubre de 1811.



lunes, 16 de diciembre de 2013

LAS CISTERNAS DEL CASTILLO (I)

   Pozos, cisternas, aljibes...Son los nombres que se suelen dar a los sistemas tradicionales de almacenamiento de agua que podemos encontrarnos en el castillo. Estos no son sino intentos de atender a las necesidades vitales de sus habitantes.  No hay que olvidar que la fortaleza ha estado en uso de manera prácticamente ininterrumpida desde el siglo V a.de C hasta 1931. Además, en época íbera y durante la primera época Romana (hasta el S.I d.C) contuvo además una acrópolis, es decir fue fortaleza y a la vez población amurallada. Esto suponía que mucha gente necesitaba beber, asearse, lavar la ropa...etc. Para solucionar el problema de abastecimiento de agua potable los moradores del castillo tuvieron que tener en cuenta tres factores: El primero de ellos es que Sagunto se  encuentra en una zona de clima mediterraneo en la cual, si bien los otoños e inviernos pueden ser lluviosos, los veranos son especialmente secos y calurosos. El segundo factor es la altitud a la que se encuentra el castillo: incluso para los arquitectos romanos, especialistas en obras colosales, construir un acueducto que lo abasteciera  habría significado levantar arcos de más de 170 metros de altura, por lo tanto esta opción quedó descartada. El tercer factor es, además de la altitud, la composición geológica de la propia montaña, que es un gran afloramiento de roca caliza, por lo tanto excavar un pozo hasta llegar a la capa freática es sencillamente imposible.

Cisterna de la plaza de armas


 Por lo tanto la única opción que quedaba era aprovechar la escasa agua de lluvia y almacenarla. Así las cisternas más antiguas del castillo son las que conservamos de la antigua acrópolis íbera. Se tratan de oquedades excavadas en la roca, aprovechando las propiedades impermeables de la caliza. Estos agujeros estaban originalmente cubiertos por grandes losas de piedra, generalmente de rodeno, que es una piedra arenisca muy fácil de tallar (aunque casi todos estos recubrimientos se han perdido).
  Todas las cisternas estaban originalmente tapadas, ya sea por una cubierta o por estar debajo de tierra, ya que es de vital importancia para la conservación del agua que no le llegue la luz del sol, ya que se evapora y además se llena de microorganismos y algas.



Cisterna íbera de la plaza de Almenara.



 
  Los romanos conservarán y ampliarán este sistema de cisternas. Así, la cisterna íbera de la plaza de Almenara presenta restos de haber sido levantada por un lado mediante la construcción de un murete y de haber sido recubierta con mortero, obras que posiblemente llevaron a cabo los romanos.  Pero estos, a parte de conservar  las cisternas anteriores edificaron muchas más. Casi todas las cisternas romanas que conservamos, son  obras muy sólidas  construidas utilizando dos tipos de cemento: el opus caementicium en el exterior que es una mezcla de mortero de arena y cal con trozos de roca añadidos, formando una especie de primitivo hormigón. Y para el recubrimiento interior usaban una mezcla llamada opus signinium, que consistía en añadir al mortero fragmentos machacados de ladrillo, lo cual lo vuelve impermeable.
Estas obras son tan sólidas que conservamos in situ restos de estos cementos romanos incluso, muchos siglos después de que las cisternas hayan sido destruidas, por lo que sabemos donde se encontraban originalmente aunque ya no conservemos los depósitos íntegros.
Cisterna romana, plaza de Almenara
Cisterna romana, plaza de Almenara














   Estas dos cisternas Romanas que vemos en las fotos están situadas ambas en la plaza de Almenara. El opus caementicium es la obra exterior que forma los muros y el opus signinium es lo que recubre el interior. Ambas cisternas estuvieron originalmente recubiertas de sendas cúpulas construidas tambien con opus caementicium que no se conservan.
Pero aparte de estos pequeños depósitos los romanos cuando  construyeron el foro en el S. I a.de C, edificaron tambien varias grandes cisternas situadas en los subterráneos de la plaza. Una de ellas sería transformada siglos más tarde en una mazmorra, las llamadas "leoneras" del castillo. (Ver entrada).
 En la próxima entrega de este blog me ocupare de estas grandes obras monumentales que duermen el sueño del olvido por debajo de los pies de los visitantes y seguiremos viendo como las civilizaciones posteriores se las idearon para garantizar el suministro de agua a los pobladores de la fortaleza.



miércoles, 4 de diciembre de 2013

EL SAGUNTO QUE YA NO EXISTE: 1. El Monumento a la Paz

  He decidido iniciar una serie de entradas destinadas a recordar monumentos antiguos que desgraciadamente ya no conservamos.  La idea me vino tras escribir la última entrada dedicada al Circo, y de como lo perdimos de manera tan absurda.  Pero, aunque creo que es muy triste que ya no los tengamos, intentaremos recordarlos con nostalgia, más que regodearnos en su desaparición, (afortunadamente aun quedan muchas cosas dignas de ver y leyes que protegen el patrimonio arqueológico). De manera que os propongo que hagamos un paseo por la nostalgia mirando hacia atrás con cariño pero sin ira por todo lo que tuvimos y desgraciadamente ya no podemos ver.


EL MONUMENTO A LA PAZ.

  Aun es frecuente oir a la gente mayor del pueblo refiriéndose a un espacio físico llamado "el monumento". Así, se les puede escuchar diciendo cosas como "tenía un huerto por el monumento", o "ha habido un accidente en la carretera, donde el monumento"...etc. Esto es recuerdo de un monumento que en realidad existió y que estaba situado en un lugar muy concreto a la Entrada de Sagunto. Este lugar tiene tambien una curiosa historia relacionada con un suceso que aconteció en Sagunto en 1874, en tiempos de la primera república.

Antonio Cánovas del Castillo , último
 presidente de la primera república española
En este época la república estaba atravesando un periodo muy difícil, tras la tercera guerra carlista, las sublevaciones cantonales y el inicio de las luchas independentistas en Cuba. Así, eran muchos los que veían con buenos ojos la restauración de la monarquía, sobre todo los sectores más conservadores de la sociedad: el ejercito, la burguesía y el clero. Uno de los partidarios más destacados del ideario monárquico era paradójicamente el presidente de la república: Cánovas del Castillo, partidario de una monarquía parlamentaria según el modelo inglés. Sin embargo Cánovas desconfiaba de estos sectores excesivamente conservadores, pues el quería que la vuelta de los Borbones fuera un deseo compartido por toda la nación.
Gral. Arsenio Martínez Campos (1831-1900)

 Sin embargo uno de los generales monárquicos no quiso esperar a que esta situación de consenso se produjera y decidió tomar la iniciativa. El general Martínez Campos, harto de esperar, se traslada a la provincia de Valencia, concretamente a Sagunto, donde la monarquía tenía muchos partidarios. De este modo el día 29 de Diciembre de 1874 el General baja del castillo al frente de los soldados de la guarnición y tras cruzar el pueblo desfilando entre aclamaciones se dirige hasta el cruce de la carretera de Barcelona con la de Zaragoza. Allí se les une un regimiento de caballería que había venido desde Segorbe. El general Martinez Campos ordeno a los soldados formar en cuadro y pronunció un discurso, tras el cual proclamó la reinstauración de la monarquía y la devolución del trono de España a su heredero, el príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, proclamándolo rey bajo el nombre de Alfonso XII.  A los pocos días el rey llegará a España desde su exilio y será coronado en Madrid.


Este hecho tendrá consecuencias en la historia de Sagunto. La primera de ellas es que en atención a que habíamos sido el primer pueblo español en reconocerlo como rey, el monarca aceptará la petición que le hace el ayuntamiento, solicitando que se le devolviera el antiguo título de ciudad que habíamos perdido en la edad media.

"A petición del Ayuntamiento en enero de 1875

S.M. El Rey D. Alfonso XII

dio el siguiente Decreto:

En consideración a los gloriosos hechos

que registra en su historia la M.I y L. Villa de Sagunto
y al mérito que recientemente ha contraído
reconociendo y proclamando la primera
mi legitimo derecho como rey de España
vengo en otorgarle merced del título de Ciudad
que disfrutó antiguamente
y que de palabra le ofrecí a mi tránsito por ella.
Dado en el Real Sitio de El Pardo
a tres de marzo de mil ochocientos setenta y cinco.
El Ministro de la Gobernación 
                                                            
Francisco Romero y Robledo”.


Para conmemorar estos hechos, en 1876 el ayuntamiento decidirá construir un monumento en el mismo lugar  donde se produjo la proclamación: en el cruce de las carreteras nacionales de Valencia a Barcelona y la de Sagunto-Burgos. Sin embargo el monumento no se erigiría hasta 1927, sufragado entre la diputación provincial, el ayuntamiento y suscripción  popular.  El monumento se dedicó a la Paz, pues celebraba tanto el regreso de la monarquía como el fin de las guerras carlistas.

Atención a las cuatro cabezas de león que hay a los pies del "ángel" ,están arriba.
   El monumento tenia 30 metros de Altura. Consistía en un gran pedestal  cuadrado de sillería rematado por una estatua de 7 metros representando a La Paz elevando una corona de Laurel, símbolo de la victoria. A los pies de esta figura alegórica había cuatro cabezas de león, una en cada esquina, representando la guerra vencida  a los pies de la paz.
Paradójicamente, fueron pocos los años de paz que  este monumento conoció. En 1937, durante la guerra civil será dinamitado por el ejercito republicano y reducido a un montón de ruinas. En 1940 se realizarán unas obras de ampliación en el puente de la carretera nacional sobre el río Palancia, para lo cual el director de las obras ordena trasladar allí todos los restos del monumento. Sin embargo ,estos no serán aprovechados y acabarán en un vertedero junto al puente, donde permanecen hasta 1977, fecha en que las obras de un colector del alcantarillado sacan a la luz nuevamente estos restos, de los cuales se conserva una parte muy conocida en el pueblo. 

   Me refiero a dos de las cuatro cabezas de león de 0,77 x 0,88 x 0,82 cms que estaban a los pies de la estatua y que milagrosamente se conservaban casi intactas debajo de las ruinas. Estas cabezas se trasladarán al parque de la Glorieta y se dispondrán en torno a un parterre, formando un lugar donde solíamos juntarnos los chavales en nuestra infancia: (¿Quedamos en los leones?) . Hace pocos años, tras la última reforma del parque los leones vuelven a ser trasladados a su actual emplazamiento, en un jardín situado a los pies del teatro romano.
¿Os suenan estas cabezas de león?














Alfonso XII (1857-1885) cinco años antes
de ser proclamado rey en Sagunto.



martes, 26 de noviembre de 2013

PANEM ET CIRCENSES

...O sea, pan y circo, que según el poeta romano Juvenal son las dos cosas que espera la plebe.  Hoy vamos a hablar solo del circo, que junto con las representaciones teatrales y las luchas de gladiadores eran los espectáculos más concurridos en la antigua Roma. 
    En Saguntum, además del teatro teníamos tambien un circo donde la población acudía a divertirse. En el se celebraban las carreras de carros (y no las luchas de gladiadores como mucha gente cree). Las carreras eran un espectáculo de masas similar en importancia al fútbol en nuestros días. Así, al igual que ahora sucede con los astros del deporte, los conductores de los carros, llamados aurigas, eran adorados casi como dioses, los espectadores se dividían en equipos rivales que se distinguían por sus colores y el negocio de las apuestas movía grandes cantidades de dinero.

Maqueta del Circo Máximo en Roma. El de Sagunto tenía una
estructura similar aunque era mucho mas pequeño y modesto.

  El circo era pues una construcción muy similar en su forma y uso a los actuales circuitos de carreras. Se trataba de una gran explanada alargada dividida por un muro central o Espina en torno al cual los carros daban vueltas. En los extremos de la espina o a veces en un lado se hallaban las dos metae o metas, los puntos que servían como referencia a los árbitros para contar las vueltas que daban los carros. Sobre la  espina tambien se encontraban los marcadores que contaban dichas vueltas y tambien solían colocarse estatuas y obeliscos como decoración. Enfrente de uno de los extremos de la espina se encontraban las Cárceres, que eran las caballerizas y el punto desde el cual salían los carros, y justo frente al otro extremo de la espina estaba el palco presidencial. Rodeando la arena se encontraban las gradas para los espectadores, que en los circos más monumentales eran de piedra aunque en los más modestos como parece ser que era el de Sagunto, eran de madera colocadas sobre muros de piedra. Por debajo del palco presidencial se abría la Porta Triumphalis, que era la puerta por donde los ganadores eran sacados del circo entre la aclamación del público. Esta puerta se usaba solo para este fin, mientras que los espectadores entraban y salían del recinto por otras puertas mas sencillas.
Plano del circo romano de Sagunto.

  El circo de Sagunto se edificó en torno al siglo II d.C. Se hallaba al norte de la ciudad, justo enfrente del lugar donde la vía Augusta que pasaba a sus espaldas cruzaba el río mediante un puente.  Media unos 350 metros de largo por 73 de ancho y estaba orientado de Este a Oeste, estando las cárceres en el extremo occidental. El lugar que ocupaba va desde la actual calle del Circo romano hasta el colegio Cronista Chabret.
Mapa turístico de Sagunto de 1907 donde aparece la localización del circo.
   Fue precisamente el historiador que da nombre a este centro escolar, el cronista local Don Antonio Chabret el primero en realizar excavaciones arqueológicas en este monumento a finales del siglo XIX. En esos días el solar donde se encontraba el circo estaba casi en su totalidad cubierto de tierra debido a las avenidas del río Palancia, lo que había ayudado a la conservación del monumento. No obstante como el terreno se había dividido entre particulares y estaba ocupado por diversos huertos Chabret no pudo estudiarlo en su totalidad. A pesar de estos inconvenientes pudo localizar el pavimento de la porta triumphalis y parte de la espina central, lo que le llevó a deducir que el circo se encontraría prácticamente íntegro oculto en el subsuelo.
 Fue otro cronista del pueblo, Santiago Bru y Vidal quien en el año 1961 realizó un estudio exhaustivo del circo, localizó los restos de sus muros norte y sur, identificó las gradas y sobre todo calculó con acierto las dimensiones del recinto. Por desgracia poco tiempo mas tarde el solar fue completamente edificado y perdimos cualquier oportunidad de poder sacar a la luz las ruinas romanas. Hoy en día el circo está completamente cubierto por edificios y de él solo nos quedan restos de la puerta sur, la cual hace pocos años fue acondicionada y puesta en valor. 
  Que pena que de un monumento tan grande solo conservemos una ínfima parte y que triste que se destruyera de manera tan absurda pudiendo haber construido en cualquier otra parte.

La puerta sur, sobre ella se ve el arranque de un arco hoy desaparecido


Todo lo que nos queda del circo romano:
Puerta sur y restos del muro y graderías


viernes, 22 de noviembre de 2013

LA DESTRUCCIÓN DE SAGUNTO

Último día de Sagunto,
Francisco Domingo Marqués. 
1869 . Museo de Bellas Artes de Valencia. 

 Hace unos días tuve el placer de conversar en el castillo con un visitante argentino hijo de españoles. Este señor había alterado adrede el itinerario de su viaje a petición de unos paisanos residentes en Mendoza, los cuales nacidos en España y emigrados de niños, le habían pedido que trajera fotos de Sagunto, ya que de pequeños en la escuela habían estudiado el episodio de su destrucción. 
En otros tiempos eran muchos los visitantes que llegaban al Castillo (incluso desde países lejanos) preguntando por las ruinas donde los saguntinos resistieron el asedio de los cartagineses. Sin embargo, parece ser que esta parte de la historia ya no está incluida en los temarios escolares, de manera que  por lo general, ya solo la conocen personas de cierta edad. por el contrario, suelen ser los turistas españoles más jóvenes los que la desconocen. Por este motivo creo que no viene mal hacer un pequeño resumen de este episodio tan importante no solo en la historia del Castillo, o en la de Sagunto, sino dentro de la Historia con mayúsculas.



Reconstrucción de Cartago con su famoso puerto circular.
CARTAGO Y ROMA: LAS GUERRAS PÚNICAS.
 Los romanos dieron el nombre de "punici" tanto a cartagineses como a fenicios, de ahí el nombre de estas guerras. Para comprender su origen hemos de remontarnos al siglo III a de C., época en que la joven república romana empezó a expandirse fuera de la península itálica. En este proceso de expansión Roma chocó con los intereses de Cartago, antigua colonia fenicia situada en lo que hoy es Túnez. Cartago era una gran potencia comercial, cuyo poderío se sustentaba sobre su gran flota, con la cual comerciaban por todo el mediterráneo. Ambas naciones entraron en conflicto por el control de la isla de Sicilia, lo que finalmente provocó  la  guerra.


Anibal Barca 247 -  183 a.C




La primera guerra púnica (264 - 241 a.C.) finalizó de manera poco favorable para los cartagineses, los cuales tuvieron que ceder Sicilia a los romanos. Tras ello la nación se dividió en dos facciones:
El partido conservador encabezado por el oligarca Hanón era partidario de la paz y del comercio con Roma, por otro lado el partido democrático encabezado por la familia de los Barca eran partidarios de reconstruir y expandir el poder militar de Cartago.

Reparto de las zonas de influencia romanas
 y cartaginesas tras la 1ª guerra púnica















LA SEGUNDA GUERRA PÚNICA ESTALLA EN SAGUNTO.
Las circunstancias políticas hicieron que esta facción saliera triunfadora, lo que desencadenaría una segunda guerra contra Roma. El detonante de este segundo conflicto fue el asedio y destrucción de la ciudad íbera de Arse-Sagunto por las tropas del general Anibal Barca en el año 219 a.C. 
La ciudad íbera de Arse (Saguntum para los romanos), pese a hallarse situada en una zona de influencia cartaginesa,  había firmado un acuerdo de colaboración económica y militar con Roma (foederatium) lo que proporcionó a Anibal la excusa que el partido belicista estaba esperando para reanudar las hostilidades. Así pues Anibal se desplazó a la península ibérica con un gran contingente militar y rodeó Sagunto, exigiendo su inmediata rendición. Los saguntinos, confiando en la solidez de sus muros decidieron resistir a los sitiadores y enviaron emisarios a Roma solicitando su ayuda. Sin embargo los romanos, interesados tambien en tener una excusa para enfrentarse a Anibal decidieron no intervenir y abandonar Sagunto a su suerte. Comenzó así un asedio que habría de durar ocho meses, finalmente los saguntinos, ya sin provisiones (Se dice que se comieron hasta el cuero de los escudos) solicitaron una rendición honorable. Anibal sin embargo les exigió una rendición incondicional, según la cual habían de entregar la ciudad con todas sus riquezas para que fuera arrasada, mientras que sus habitantes, los cuales solo podrían conservar la ropa que llevaran puesta, habrían de fundar otra ciudad donde los cartagineses les dijeran.
 Indignados ante estas condiciones tan duras los saguntinos optaron por una solución drástica: encendieron una gran hoguera en el centro de la fortaleza y arrojaron a ella todas sus riquezas, a continuación las mujeres y los niños se lanzaron al fuego y por último los hombres salieron a pelear contra el enemigo en un último combate suicida. Finalmente y tras ocho meses de asedio los cartagineses ocuparon un montón de ruinas desiertas y humeantes.
Publio Cornelio Escipión 236 - 183 a.C

Tras este sacrificio los romanos tuvieron la excusa que necesitaban para declarar la guerra a Cartago, mandando sus tropas a la península ibérica.(Aunque demasiado tarde para los saguntinos).
Este episodio nos ha sido transmitido por historiadores romanos como Tito Lívio y aunque quizás esté rodeado de leyenda lo cierto es que quince años más tarde el general romano Publio Cornelio Escipión, tras derrotar a los cartagineses decide reconstruir Sagunto. Siendo refundada la ciudad como un opidum o ciudad fortificada romana en el año 205 a.C. 
pedestal conmemorativo de la
 reconstrucción de la ciudad

En las excavaciones arqueológicas realizadas en el foro a partir de 1920 apareció el pedestal de una estatua del Escipión con una inscripción conmemorativa: 
P(ublio) Scipioni Co(n)s(uli) imp(eratori) ob restitutam Saguntum ex s(enatus) c(onsulto) bello punico secundo.
Traducido a nuestro dialecto: "A Publio Escipión, cónsul, general en jefe, por haber devuelto Sagunto (a Roma) mediante decreto del senado, en la segunda guerra púnica".
 Esta inscripción se halla reproducida en el centro de la rotonda que hay en la entrada de Sagunto por la carretera nacional, viniendo desde Valencia.
La segunda guerra púnica acabo con la derrota de los cartagineses y el exilio de Anibal  y la tercera y última guerra púnica supuso la conquista y destrucción de Cartago por los romanos...pero eso es otra historia.




Cartago hoy en día.

lunes, 18 de noviembre de 2013

UNA INSCRIPCIÓN INCOMPLETA EN EL FORO




El foro romano de Saguntum

 En la plaza de armas del castillo se hallan las ruinas de lo que fue el centro político y social de la antigua ciudad romana: su foro. Este era un equivalente a lo que hoy en día seria la plaza mayor que podemos encontrar en cualquier pueblo de España, es decir un punto de encuentro donde estaban los comercios y los edificios públicos.














Al fondo del foro se pueden ver unas grandes losas con una inscripción en latín. Esta inscripción está formada por los huecos donde iban clavadas grandes letras de bronce u otro metal que fueron saqueadas ya hace muchos siglos.








                                                                                     
  La inscripción constituía la dedicatoria del foro, esta era una gran frase que originalmente daba la vuelta a toda la plaza, de manera que podía ser leída a su entrada. En ella se hacía mención al patricio que financió su ampliación en época imperial. (Siglo I a.C)



Reconstrucción de la dedicatoria del foro y su disposición
a lo largo de la plaza.


   Aquí tenemos una reconstrucción de la dedicatoria, que aunque está incompleta ha podido ser reconstruida. En ella se nos cuenta que un noble Saguntino: Cneo Baebius, legó en su testamento una cantidad de dinero destinada a financiar esta obra y que fue su hermano quien mandó esculpir la inscripción. (Como veis en esa época ya existían los patrocinadores).

Como decíamos la frase está incompleta, pues estas losas fueron posteriormente reutilizadas para edificar otras partes del castillo. Pero...  fijaos en la palabra "Testamento", a la derecha del dibujo.







 Esta corresponde a este fragmento que aun se conserva: "TAM" , pero: ¿Donde están las letras que faltan?




A unos cien metros de distancia del foro, en el exterior  del lado sureste de la muralla podemos ver una torre medieval. ¡Atención a su base!









 ¿Que hace está piedra aquí?
    En algún momento de la historia,  durante el dominio musulmán o en la edad media, alguien decidió reparar la esquina de la torre y para ello echó mano de las grandes losas del foro.





Y aquí tenemos la parte que corresponde al "TES" de "TESTAMENTO".
  Otras partes de la frase no tuvieron tanta suerte y acabaron con las letras hacia dentro formando parte de nuevos muros y construcciones de la fortaleza.
  Este reciclaje de piedras antiguas es un motivo que se repite continuamente a lo largo de la historia del castillo, de manera que casi todo él está construido reutilizando materiales que otras culturas anteriores fueron dejando.

jueves, 14 de noviembre de 2013

LAS LEONERAS: UNA CISTERNA ROMANA CONVERTIDA EN MAZMORRA.

El extremo sur del foro romano en la actual plaza de armas del Castillo es en realidad un aterrazamiento en el cual el terreno se levanta en varias alturas:

A la izquierda de la foto se ve el arranque de los contrafuertes que sostienen el nivel del suelo del foro.

 Parcialmente ocultos bajo tierra se encuentran  los contrafuertes que aguantan estas terrazas y por debajo de ellos una zona subterránea donde se hallan cisternas en varios niveles. (En breve haré una entrada sobre las cisternas y la importancia que tuvo para el castillo el almacenamiento de agua).
   En este nivel inferior, por debajo del foro y justo delante de la entrada que desciende a las mazmorras nuevas podemos ver esta puerta con verja.  Esta era la puerta de las leoneras, nombre con el que popularmente eran conocidas las  mazmorras antiguas (hoy cerradas). En realidad se trata de una cisterna romana excavada por debajo del foro la cual posteriormente fue convertida en calabozo de la guarnición.
Para ello se abrió la puerta en un lateral y se distribuyó el interior como un calabozo alargado cerrando los compartimientos de la primitiva cisterna con puertas que la dividían en celdas.



 Este sistema es poco práctico, pues para llegar a la celda del final el carcelero debía atravesar las otras. No es de extrañar que posteriormente se construyeran nuevas mazmorras (Ver entrada) las cuales si que están dispuestas a lo largo de un pasillo exterior.
 En el techo se pueden ver las aberturas hoy cegadas donde estaban los respiraderos de la cisterna, a fin de que saliera el aire según se iba llenando de agua.


En la celda del final hay restos de un dibujo grabado en el revoque de la pared bastante extraño, parece un motivo religioso, una virgen o una figura femenina. No he podido interpretarlo con seguridad porque no llevaba linterna. Me he dado cuenta al hacer fotos con flash,



 Siguiendo con lo que es una tradición en el castillo, todo el interior está cubierto de grafittis y firmas de viajeros que han pasado por el castillo. En este caso además hay muchas de soldados que pasaron por el calabozo. ¡Atención a las fechas! Estos son los garfitis más antiguos que me he encontrado en el castillo.

                                                                                                                                                                                                                                                                   

Algún soldado con afición por el dibujo decidió dejar el emblema de su unidad

domingo, 10 de noviembre de 2013

COSAS QUE NO SABIAS DEL CASTILLO DE SAGUNTO (X)

¿Sabías que hay partes del castillo que nunca se terminaron?



En 1811, durante la guerra de la independencia, se empezó a construir este baluarte de artillería, sin embargo la llegada de las tropas francesas interrumpió las obras que ya nunca se concluyeron. Las ruinas están actualmente fuera del recinto amurallado.

lunes, 4 de noviembre de 2013

SAGUNTO MEDIEVAL: PUERTAS QUE FUERON ARCOS

Aun se conservan en el pueblo casas de origen medieval a las cuales se accedía a través de arcos de medio punto. En muchas de estas viviendas, durante los siglos XVII y XVIII los arcos fueron rebajados para insertar en ellos puertas rectangulares más amplias y del gusto de la época.
A veces el arco primitivo está debajo de capas de argamasa y pintura que lo han ido cubriendo, hasta que el derrumbe o una reforma lo saca a la luz.

miércoles, 30 de octubre de 2013

COSAS QUE NO SABÍAS DEL CASTILLO DE SAGUNTO (IX)

¿Sabías que en el castillo hay puertas que no llevan a ninguna parte?
  El castillo tiene muchos siglos a sus espaldas y en este tiempo muchas de sus dependencias han desaparecido o han tenido que adaptarse a nuevos usos. Por eso no es difícil encontrarse con puertas que en su día dieron acceso a estancias que ya no existen y que hoy están cegadas o por el contrario, se abren hacia ninguna parte.