martes, 26 de noviembre de 2013

PANEM ET CIRCENSES

...O sea, pan y circo, que según el poeta romano Juvenal son las dos cosas que espera la plebe.  Hoy vamos a hablar solo del circo, que junto con las representaciones teatrales y las luchas de gladiadores eran los espectáculos más concurridos en la antigua Roma. 
    En Saguntum, además del teatro teníamos tambien un circo donde la población acudía a divertirse. En el se celebraban las carreras de carros (y no las luchas de gladiadores como mucha gente cree). Las carreras eran un espectáculo de masas similar en importancia al fútbol en nuestros días. Así, al igual que ahora sucede con los astros del deporte, los conductores de los carros, llamados aurigas, eran adorados casi como dioses, los espectadores se dividían en equipos rivales que se distinguían por sus colores y el negocio de las apuestas movía grandes cantidades de dinero.

Maqueta del Circo Máximo en Roma. El de Sagunto tenía una
estructura similar aunque era mucho mas pequeño y modesto.

  El circo era pues una construcción muy similar en su forma y uso a los actuales circuitos de carreras. Se trataba de una gran explanada alargada dividida por un muro central o Espina en torno al cual los carros daban vueltas. En los extremos de la espina o a veces en un lado se hallaban las dos metae o metas, los puntos que servían como referencia a los árbitros para contar las vueltas que daban los carros. Sobre la  espina tambien se encontraban los marcadores que contaban dichas vueltas y tambien solían colocarse estatuas y obeliscos como decoración. Enfrente de uno de los extremos de la espina se encontraban las Cárceres, que eran las caballerizas y el punto desde el cual salían los carros, y justo frente al otro extremo de la espina estaba el palco presidencial. Rodeando la arena se encontraban las gradas para los espectadores, que en los circos más monumentales eran de piedra aunque en los más modestos como parece ser que era el de Sagunto, eran de madera colocadas sobre muros de piedra. Por debajo del palco presidencial se abría la Porta Triumphalis, que era la puerta por donde los ganadores eran sacados del circo entre la aclamación del público. Esta puerta se usaba solo para este fin, mientras que los espectadores entraban y salían del recinto por otras puertas mas sencillas.
Plano del circo romano de Sagunto.

  El circo de Sagunto se edificó en torno al siglo II d.C. Se hallaba al norte de la ciudad, justo enfrente del lugar donde la vía Augusta que pasaba a sus espaldas cruzaba el río mediante un puente.  Media unos 350 metros de largo por 73 de ancho y estaba orientado de Este a Oeste, estando las cárceres en el extremo occidental. El lugar que ocupaba va desde la actual calle del Circo romano hasta el colegio Cronista Chabret.
Mapa turístico de Sagunto de 1907 donde aparece la localización del circo.
   Fue precisamente el historiador que da nombre a este centro escolar, el cronista local Don Antonio Chabret el primero en realizar excavaciones arqueológicas en este monumento a finales del siglo XIX. En esos días el solar donde se encontraba el circo estaba casi en su totalidad cubierto de tierra debido a las avenidas del río Palancia, lo que había ayudado a la conservación del monumento. No obstante como el terreno se había dividido entre particulares y estaba ocupado por diversos huertos Chabret no pudo estudiarlo en su totalidad. A pesar de estos inconvenientes pudo localizar el pavimento de la porta triumphalis y parte de la espina central, lo que le llevó a deducir que el circo se encontraría prácticamente íntegro oculto en el subsuelo.
 Fue otro cronista del pueblo, Santiago Bru y Vidal quien en el año 1961 realizó un estudio exhaustivo del circo, localizó los restos de sus muros norte y sur, identificó las gradas y sobre todo calculó con acierto las dimensiones del recinto. Por desgracia poco tiempo mas tarde el solar fue completamente edificado y perdimos cualquier oportunidad de poder sacar a la luz las ruinas romanas. Hoy en día el circo está completamente cubierto por edificios y de él solo nos quedan restos de la puerta sur, la cual hace pocos años fue acondicionada y puesta en valor. 
  Que pena que de un monumento tan grande solo conservemos una ínfima parte y que triste que se destruyera de manera tan absurda pudiendo haber construido en cualquier otra parte.

La puerta sur, sobre ella se ve el arranque de un arco hoy desaparecido


Todo lo que nos queda del circo romano:
Puerta sur y restos del muro y graderías


7 comentarios:

  1. Es lamentable que no se haya conservado algo así...

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  2. Por cierto, ¿no estaba muy lejos de la ciudad?

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  3. A día de hoy y aunque parezca mentira las dimensiones y planta exactas de la ciudad romana siguen siendo un misterio, al igual que el trazado de la primitiva muralla (o murallas) romana, ya la que la que se conoce es la islámica. Sabemos que la ciudad fue creciendo desde su primitivo asentamiento en la montaña hacia el río, aunque no se sabe a ciencia cierta por donde. La arqueología sigue brindando muchas sorpresas y más ahora que hay leyes que por fin protegen los yacimientos, así que esperemos que en los próximos años se puedan hacer nuevas excavaciones que nos aclaren estas cosas.

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  4. Gracias por la entrada.
    Salute you!!!

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  5. Por cierto Ramón, podrías habilitar el blog de forma que pudiesemos seguirlo... lo digo para no perdernos nuevas entradas.

    Saludos tron.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Gracias a vosotros por seguirme y por vuestros comentarios. Me miraré eso que comentas Miguel, aunque no se como puede hacerse.

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