sábado, 7 de febrero de 2015

UNA TORRE ISLÁMICA CONSTRUIDA CON SILLARES ROMANOS

   En el centro del castillo, a poco de entrar en la plaza de San Fernando y antes de llegar al museo epigráfico, dejamos a nuestra izquierda la torre de la moneda,


  Se trata de una torre circular levantada sobre una base cuadrada que cierra por el oeste el recinto fortificado llamado el palacio o castillo de Mahoma o Reina Gobernadora (entre otros nombres que ha tenido), un fortín construido en época  islámica que controla el paso por el centro de la fortaleza. 
 Este espacio de por si es muy interesante, pues aunque se trata de un recinto cerrado en época islámica, en su interior se encuentran restos de épocas muy diversas, como cisternas romanas y el hospital fortificado que se construyó durante la guerra de la independencia. 
 Pero esta vez  nos vamos a centrar en la torre y dejaremos para otro día el resto del fortín.


   Tras la conquista musulmana en el año 711 se produce una ruptura con las técnicas arquitectónicas del mundo hispano-romano. Esto se traduce en el abandono de canteras y pérdida de oficios relacionados con el trabajo de la piedra, como canteros y picapedreros. Esta situación lleva a que a la hora de construir los musulmanes de al-Andalus tiene que improvisar y reutilizar materiales anteriores que desmontan e integran en sus fortificaciones, Con el tiempo irán desarrollando técnicas nuevas como el encofrado de los muros de tapial que levantarán sobre cimientos de sillería.

   Estas técnicas constructivas islámicas las podemos ver en distintas partes del castillo. No es raro encontrar murallas de tapial que en su parte inferior están levantadas sobre bloques de piedra romana. Bien porque se traten de sillares de muros romanos originales, bien porque sea material romano de construcciones cercanas desmontadas y recicladas.


  Uno de los elementos clásicos de la arquitectura hispano musulmana que se pueden ver en esta torre es la disposición de los sillares en series de soga y tizón. Es decir, colocando los sillares alternando la parte larga con la parte estrecha. Compárese esta construcción con los muros del acceso a la alcazaba de Mérida, construida en el siglo IX y que es la fortificación islámica más antigua de la península ibérica.

Alcazaba de Mérida, el muro de la derecha presenta aparejo de soga y tizón



¿De donde sacaron los constructores musulmanes los sillares para construir la torre de la moneda?
Curiosamente a menos de veinte metros se encuentran los restos de unos edificios de época romana.

Se trata de unas ruinas que fueron excavadas en la primera campaña que el arqueólogo Manuel González Simancas realizo en el castillo en 1923, como se puede ver en la fotografía inferior realizada por el arqueólogo y que se incluyo n la memoria de las excavaciones que presentó a la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades.


Fotografía de González Simancas, 1923





Curiosamente la forma y tamaño de estos sillares coincide con los que conforman la base cuadrada de la torre.
Esta construcción seguramente se trataba de un edificio público, pues presenta trazas de haber sostenido un pórtico. De ella poco más se puede decir, porque se encuentra desmontada hasta la cimentación. No es el único sitio del castillo donde afloran restos de edificios anteriores reutilizados, de hecho casi toda la fortaleza está construida así.
Os invitamos a visitarla.