martes, 25 de marzo de 2014

EL TORO IBÉRICO

  En 1923, estando el arqueólogo Manuel González Simancas realizando sus excavaciones en el castillo de Sagunto,  le llegaron noticias de un singular hallazgo arqueológico que se había producido en las afueras del pueblo. 
Según le comunica un operario de las excavaciones, en la cercana partida del Terrer había aparecido una estatua de una "leona". Esta había sido encontrada por los trabajadores de la cercana fábrica de ladrillos de Camarelles, situada junto a la estación del ferrocarril de Faura. El hallazgo se produjo cuando los obreros estaban cavando una zanja cercana a la fábrica para la extracción de arcilla. Allí, a metro y medio de profundidad había aparecido la escultura.

Chimenea de la antigua ladrillera de Camarelles.
  La estatua, que el arqueólogo identificó como íbera, representaba a un toro (y no a una leona) sentado sobre sus patas dobladas, sin que se conservara la parte inferior de la mandíbula ni tampoco los cuernos. Parece ser que cuando se encontró aún los tenía, pero que se rompieron al tirar con cuerdas de ellos los obreros  para intentar sacarla¹.
 El arqueólogo presa de curiosidad acudió al lugar a tiempo de evitar que el propietario de la fábrica vendiera el toro a un tratante de antigüedades, pues lo tenía expuesto ante la entrada de su empresa y en venta al mejor postor. Sin embargo González Simancas consiguió que la comisión de monumentos de la diputación provincial la requisara y que fuera trasladada a Sagunto, donde quedó expuesta en el teatro romano junto a otras antigüedades.

El toro en su primitivo emplazamiento en el teatro romano
 La escultura mide 76 cms de longitud por 53 de alto y está labrada en un solo bloque de roca caliza de la montaña del castillo². El toro está representado con las patas dobladas hacía dentro.
En el arte íbero prima la representación simbólica sobre el realismo, el resultado es una figura esquemática que impresiona por lo rígido y formal de su postura.
  En la cara aparecen grabadas unas líneas que  dibujan los ojos y los labios, los cuales están  entreabiertos, dejando ver los dientes.


 El toro de Sagunto pertenece a un tipo de esculturas ibéricas de toros en posición sentada, entre los que están, por ejemplo la llamada bicha de Bazalote, (un toro con cabeza humana), o el Torito de Porcuna (Jaén), datado entre los años 550 al 475 a.C. 
Sin embargo a diferencia de estos, el toro de Sagunto ni tiene cabeza humana como la bicha, ni es tan elaborado como el toro de Porcuna, siendo el de Sagunto mucho más sencillo, pues  no tiene trabajada la parte inferior del vientre y  el cuello es liso.



Otro elemento curioso del toro es que tiene trabajadas las fauces, de manera que enseña los dientes, como si hubieran intentando darle una falsa apariencia de ferocidad (de ahí que se le confundiera con un león). Esta representación enseñando los dientes es típica del arte funerario íbero, en el cual se solían situar imágenes de animales con las fauces abiertas como guardianes de la tumbas. Esto convierte al toro de Sagunto en una estatua singular, en primer lugar porque es la única aparecida tan al norte (todas las demás se concentran en el sur de la península y desde Alicante no ha aparecido ninguna otra estatua de un bóvido). Y también es muy llamativo el hecho de que eligieran representar a un toro y no a un león (que era lo más habitual) como guardián de una tumba.

Bicha de Bazalote, S. VI a.C

Toro de Porcuna S. V a.C.

  Otra cosa singular de esta escultura es que aún no ha podido ser fechada correctamente, pues su datación podría comprender un periodo que va desde el siglo V al III  a.C. 
La datación es un problema complejo pues la zona donde apareció era una cantera de arcilla, donde el terreno había sido muy revuelto. Por eso, aunque González Simancas constató la presencia de cerámica ibérica en las proximidades no pudo fecharla. 
  Las referencias que tenemos sobre el lugar donde apareció el toro es que se encuentra muy próximo a la montaña del Cabeçolet de Morvedre, una colina donde se ha encontrado restos de muros ibéricos y otros hallazgos como puntas de flecha o pondus (pesos de telar) lo que apunta a que esta podría haber sido una zona habitada en cuya necrópolis estaría la estatua. Este asentamiento íbero, además se encuentra en las proximidades del trazado de  la vía augusta, con lo que es posible que todo este espacio fuera muy transformado en época romana.
La arqueología ha venido a confirmar estas hipótesis. En el año 2008, cuando se realizaron las obras de desvío de la nacional 340, se realizó una intervención arqueológica en el sitio, en la cual se descubrieron varios estratos sucesivos: el más antiguo correspondía a una zona íbera, en la cual aparecieron muchos fragmentos de cerámica. Sobre la capa de ocupación íbera aparecieron restos de construcciones romanas que se han identificado como partes de una balsa y canales de riego pertenecientes una posible villa romana.  Esta era una finca agrícola situada a un cuarto de milla de Sagunto y que sería propiedad de alguna de las familias patricias del municipio romano. Por desgracia ambas capas aparecían en muchos sitios mezcladas y revueltas ya que toda esta zona fue roturada intensamente en el siglo XIX para plantar viñedos y posteriormente vuelta a roturar a principios del siglo XX para el cultivo de naranjos. De manera que seguimos sin saber mucho más acerca del entorno en el que apareció esta enigmática estatua.

¿Que ha sido del toro después de todos estos años?

 Si queréis verlo de cerca no tenéis más que acercaos al museo arqueológico de Sagunto donde se halla expuesto, la entrada es gratuita.

Notas:
1. La rotura de los cuernos al tirar de ellos los obreros de la fábrica es un rumor que no se ha podido confirmar.
2. Al poco de finalizar esta entrada unos historiadores de Faura y Benifairó de les Valls me hicieron notar que la piedra  no procede de la montaña de Sagunto ni de ninguna cantera conocida próxima, sin que me conste a día de hoy de donde procedería.






2 comentarios:

  1. Boa Noite somos um Grupo de Estudo que está pesquisando sobre o Toro, na Sociedade Humana do Período do Neolítico, o Toro Minoico, na Cultura Romana,O Culto de Mitriades com o Toro, e principalmente o Toro na Cultura Hispânica , a qual é muito Rica,o Toro de Teruel.Solicitamos se possível, se há a possibilidade de uma tradução Deste Link em Inglês, uma vez os participantes,os quais são de vários países serem versados na Lingua Inglesa.Muchas Gracias,Iracema di Castro Kelemen

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  2. MUCHAS GRACIAS POR LA INFORMACIÓN
    LA HE ENCONTRADO DE CASUAL POR UNA CITA DE DE MGUEL DELIBES EN DIARIO DE UN EMIGRANTE (ED DESTINO 3rªED 1971 p275 ) AL BUSCAR BICHA LA NUBE TRAE ENTRE OTROS EJEMPLOS LA DE LOS VALLES DE SAGUNTO Y COMO SOY DE POR ALLÍ LA CURIOSIDAD HA PODIDO APASIONANTE SU RELATO EN PARTICULAR Y EL MUNDO ÍBERO EN GENERAL LO TENDRÉ MUY EN CUENTA EN MI INDAGACIÓN SOBRE EL TORO QUE COMO SE SABE POR ESTAS TIERRAS ES ALGO MÁS QUE MITO
    MUCHAS GRACIAS

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