jueves, 9 de enero de 2014

PIEDRAS QUE NO ESTÁN DONDE DEBERIAN

  El Castillo tiene una historia muy larga: En gran parte es una fortaleza islámica edificada sobre una acrópolis romana la cual, a su vez se construyó sobre un opidum o poblado amurallado ibérico. A todo esto se suma el añadido de fortificaciones y baterías de artillería entre los siglos XVII a XIX y la construcción de bunkers durante la guerra civil española. Estamos hablando de un periodo de ocupación que va desde el siglo V antes de Cristo  hasta el XX de nuestra era. A lo largo de los siglos el castillo ha sido usado como fortaleza de manera ininterrumpida, salvo en dos momentos:  los apenas quince años que pasan entre su destrucción por Anibal  y su reconstrucción por Publio Cornelio Escipión (años 219 a 205 a.C.) y el lapso entre su declaración como monumento nacional en 1931 y el inicio de la guerra civil en 1936.  En todos estos años el castillo tuvo un uso militar, y en algunas épocas como la íbera y los primeros siglos de la dominación romana fue tambien población. Es decir, era una acrópolis o ciudad en lo alto, prueba de ello son las ruinas del foro en el interior de la actual fortaleza y los restos de muralla ibérica que aun podemos ver. 

  A partir del siglo I d.C. el espacio del antiguo opidum se va quedando pequeño para contener a la población y la ciudad romana es urbanizada en terrazas que descienden desde la montaña hacia el lugar que ocupa el Sagunto actual. Posteriormente, en época islámica el castillo será edificado y prolongado, incluyendo en su trazado las ruinas del antiguo foro imperial y sin respetar el trazado de la fortaleza íbera, cuyos restos en gran parte quedarán fuera del trazado de las nuevas murallas.
 Todas estas transformaciones que experimenta el castillo hacen que sea continuamente reformado para adecuarlo a las necesidades defensivas de cada época. Cada reforma  implica la utilización de materiales, generalmente piedra para levantar nuevos muros y edificios y en este contexto es donde se produce una gran reutilización de materiales. En efecto, aunque en el interior del castillo y en sus proximidades hay varios puntos que han sido utilizados como canteras, resulta mucho más barato reutilizar la piedra de edificaciones anteriores que ya no son útiles. Esto es lo que los musulmanes harán con las ruinas romanas, lo que los caballeros cristianos harán con los restos islámicos y romanos y  lo que en época moderna se hará con todo lo anterior. Este continuo reciclaje de materiales constructivos ha tenido dos efectos: el primero que tengamos pocos restos íntegros (a mayor antigüedad peor conservados están) y el otro efecto, digamos colateral, es que elementos y materiales de épocas muy diversas aparecen a veces mezclados e integrados en obras más modernas, haciendo a veces muy complicada su interpretación y datación.
 Esta mañana he estado en uno de esos puntos  del castillo donde elementos de varias épocas se funden en una mezcla curiosa.

  Se trata de un muro situado en el exterior de la plaza del dos de mayo, en el lado noroeste del castillo, ariba del pueblo. Se trata de un muro de tapial de época medieval que se construye pocos años después de la conquista de Morvedre por el Rey Jaume I  (1238), a fin de prolongar el castillo e incluir en su interior la torre albarrana o separada que la fortaleza islámica tenía en el extremo oeste de la montaña. Lo curioso es que esta obra se realiza reutilizando un material romano anterior: las columnas que se pueden ver en la base cortadas en trozos y dispuestas transversalmente.

 Estos fragmentos de columna están a su vez levantados sobre restos de un muro escalonado que les sirve de  base y se hayan en el exterior de la actual muralla. En este espacio se distinguen a simple vista unos 9 o 10 fragmentos (las columnas no están enteras bajo al muralla, sus fustes están cortados y usados como bloques). El muro inferior escalonado es de sillería y debía formar parte de algún edificio romano o íbero que existía en esta parte de la antigua ciudad sobre la que se levanta el actual castillo.





Después de unos pasos en dirección este se ve como toda la base de la muralla sigue estando formada por fragmentos de columna, aunque en algunos puntos el tiempo y las capas de revoque hacen que sea más difícil distinguirlas.








Curiosamente en este lugar  un algarrobo ha crecido echando sus raíces entre el muro y la columna romana. 
Este lienzo de muralla construido con fustes de columnas reutilizadas tiene unos 40 metros de largo (a ojo, no me llevé metro) y acaba justo al pie de la pasarela que une la ciudadela con el recinto del dos de mayo, justo debajo del foso que los separa. Allí se ven restos de  otro muro formado por material romano el cual incluye bloques de travertino,curiosamente  la roca con la cual estaba construido el templo del foro, cosa esta que sabemos por los restos de las columnas y del friso que aun se conservan. Esta roca es muy curiosa porque su textura porosa y su color blanquecino la diferencian claramente de la caliza azul  del castillo y porque no es un tipo de roca que exista en la montaña, los romanos la tuvieron que traer de otras canteras.



Este bloque tiene una ranura en el centro (he colocado el móvil al lado para que se vea el tamaño) por lo que posiblemente en origen  estaría integrado en el acceso a algún edificio,  formando  parte de un dintel donde podría  ir situada una puerta a cuyo cierre correspondería  la ranura (Esto es una suposición personal y como tal debe entenderse, no soy arqueólogo)












  A pocos metros hay una columna cuya unión con el muro ha caído o ha sido manipulada por alguien, quizás para medirla durante algún trabajo arqueológico. Esta columna tambien es de travertino, el material que los romanos usaban para los edificios más monumentales como los templos (El coliseo en Roma esta construido con bloques de esta piedra). Esta columna en cuestión está estriada como las del antiguo templo del foro, aunque su diámetro parece ser menor (prometo volver con un metro y actualizar la entrada). 
Sin embargo veo poco probable que esta columna al igual que las otras pertenecieran a edificios del foro romano. ¿Por que digo esto? 
Volved a pegar un vistazo a la primera foto de esta entrada y lo comprenderéis: es una panorámica del castillo tomada desde la ciudadela, es decir desde apenas 25 metros del punto donde están estas columnas. El foro romano está debajo, en la otra punta del castillo, casi al final de lo que se ve en la imagen.
¿Que sentido tiene desmontar unas ruinas romanas y arrastrarlas casi un kilómetro cuesta arriba salvando tal altura? ¿No es más lógico pensar que en la edad media se reutilizaron unas ruinas que ya existían en esa localización o en algún punto cercano? 
 Por lo que conocemos de la historia del castillo la población de la montaña y su urbanización a lo largo de la historia ha seguido un patrón descendente: de arriba a abajo y de oeste hacia el este. Correspondiendo a la parte más elevada del castillo,  en su extremo oeste, el emplazamiento original de la fortaleza íbera, de hecho la mayor parte de los restos de muros de esta época se concentran en el oeste y suroeste de la montaña. Es lógico pensar, que al igual que sucedió con el foro, la ciudad romana en parte estuviera asentada sobre ruinas íberas, por lo que no es descabellado suponer que en este punto del castillo tambien pudieron existie edificios romanos de tipo monumental como templos, de los cuales no queda apenas nada debido a las continuas reformas realizadas en el castillo. 
  Sabemos tambien que en el siglo XVIII el Arzobispo de Valencia Antonio Despuig, junto con un erudito inglés (Lord Cuningham), realizan unas excavaciones arqueológicas en el castillo. Uno de los puntos donde excavan es en la antigua torre de Hércules, actual ciudadela, un lugar muy cercano a donde se encuentra este muro de las columnas. En su subsuelo encuentran cuatro columnas rotas pero aun verticales, un capitel y dos grandes losas de caliza azul romana. La conclusión que podemos sacar es que en la cima del castillo existieron monumentos en época romana que desgraciadamente y por los avatares de la historia no han llegado hasta nuestros días o han llegado destruidos,  mezclados e integrados en obras posteriores.

ACTUALIZACIÓN:
 He vuelto a visitar este lugar dos años despues y me he dado cuenta de un par de cosas interesantes. La primera es que hay unos cuantos sillares romanos de tamaño considerable en la ladera de la montaña que está justo debajo de este tramo de muralla. Esto me reafirma en mi opinión de que es más fácil que se trate de material que ya estaba situado en lo alto de la montaña cuando se reutilizó en la edad media y que no fue subido desde el foro o desde el pueblo (es más fácil que los bloques hayan ido cayendo rodando montaña abajo)

















La otra cosa que me llama la atención es la estructura de sillares escalonados que se ve justo delante del tramo de muralla que concentra el mayor número de fustes de columna  ¿Se trataria de una escalera? ¿Un acceso a algún edificio romano? ¿Un templo?.






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