martes, 25 de febrero de 2014

LA IGLESIA DEL SALVADOR

  El arrabal del Salvador de Sagunto, o como le llamamos en el pueblo: "El Raval" es un barrio que apareció ya en época romana fuera de las antiguas murallas, en un punto donde se cruzaban tres caminos: la vía Augusta, que desde Valencia entraba en el pueblo, uno de sus ramales que desde Sagunto partía hacia Teruel, el actual Camino Real, (hoy una calle más del pueblo, pero que en origen fue un camino que bordeaba la muralla), y por último el camí de la mar: el camino que une Sagunto con el puerto romano del Grao Vell.  En época islámica esta zona recibirá el nombre de rawal  o arrabal, (raval en valenciano) que quiere decir barrio situado fuera de las murallas, convirtiéndose por su posición en una zona comercial donde abundarán hostales y tiendas que atendían a los viajeros.


  El corazón de este barrio lo constituye la iglesia del Salvador, la cual es la más antigua del pueblo. Su construcción data de 1248, apenas diez años después de la conquista cristiana de la ciudad por las huestes de Jaume I.

 Esta iglesia pertenece a un estilo arquitectónico típico de Valencia: el llamado gótico de conquista, el cual conserva muchos elementos del románico. Se trata de un estilo  arquitectónico muy simple en el cual se construyen  iglesias muy sobrias, debido a que los conquistadores cristianos necesitan edificar templos nuevos en poco tiempo para satisfacer las necesidades espirituales de los pobladores cristianos que se están estableciendo en los territorios recién conquistados a los musulmanes. Estás prisas que se dan para acabar los edificios originara un tipo de iglesias muy sencillas, de una sola planta y con el tejado generalmente a dos aguas. Cerca de Sagunto tenemos otros ejemplos de este estilo arquitectónico como son la iglesia de la Sangre en Onda y la tambien iglesia de la sangre en Liria.

Iglesia de la Sangre, Liria








Interior de la Iglesia de la Sangre, Onda.

En el gótico de conquista se opta por soluciones arquitectónicas simples, como el tejado a dos aguas sobre arcos en vez de las cúpulas, pues los constructores tienen prisa por acabar para seguir edificando nuevas iglesias según van conquistando territorios a los musulmanes.
Sin embargo la iglesia del Salvador es muy curiosa por varios motivos:



  En primer lugar llama la atención la sencillez de su pórtico: un arco de tipo románico algo pasado de moda en un iglesia gótica. Arriba de el se encuentra un medallón circular con una imagen que en la actualidad está demasiado deteriorada para que se pueda interpretar a quien o que representa. A ambos lados de este medallón hay dos canecillos o soportes de piedra que debieron sujetar un porche de madera que cobijaba a los feligreses. 

Pero lo que más capta la atención es la diferencia entre los sillares de la parte inferior de la iglesia y los del resto del edificio. Estos sillares son mucho más grandes y seguramente provendrían de monumentos romanos reutilizados en su construcción. No olvidemos que la vía Augusta pasaba por delante de la fachada y que en torno a ella se encontraba la necrópolis romana.






A la derecha se ven los sillares antiguos mucho más grandes

Fragmento romano reutilizado en la esquina norte.


Otra aspecto interesante es el corte que marcan dos lineas que se pueden ver claramente inscritas en la sillería de la fachada, entre la zona inmediata a la entrada y el resto del frente, diferenciando lo que parecen ser dos fases de construcción.

Hay marcadas dos lineas verticales a ambos lados de la fachada

   A este respecto hay que apuntar varias cosas:  según el historiador Chabret a finales del S.XIX se podía ver en el medallón una imagen de San Juan bautizando a Jesús. Parece ser que El Cid, tras conquistar la ciudad en 1098 mandó construir una iglesia dedicada a San Juan Bautista. Así, cabe la posibilidad de que la iglesia del Salvador esté construida sobre una iglesia románica más antigua, a la cual corresponderían el arco de la entrada, el medallón y los soportes del antiguo porche. Las excavaciones realizadas en la restauración de la iglesia en 1992 sacaron a la luz los cimientos de dos muros que se extienden paralelos a estas lineas de corte en la fachada por debajo del suelo actual, lo cual podría confirmar esta hipótesis, aunque estos muros no se han podido datar todavía.

Otra cosa que llama mucho la atención es la sencillez de su interior:  un tejado a dos aguas aguantado por tres arcos. El techo de madera original era un artesonado mudéjar de gran belleza que fue vendido por el párroco a principios del siglo XX. De él solo se conservan unos pocos fragmentos en el museo de Historia de Valencia y en diversos museos de París y Londres. Parece ser que casi todo pasó a manos de particulares. 
  Como nota curiosa a ambos lados de estos arcos se ve como comienza el tendido de varios nervios que habrían de cruzarse formando cúpulas. Sin embargo esto no es así y solo se entrecruzan en el ábside,  el resto de  los nervios están truncados, como si en un principio se hubiera pensado en cubrir todo el techo con cúpulas y a ultima hora se hubiera optado por cerrar la iglesia con el actual tejado a dos aguas, que es una solución más rápida y sencilla.



Nervios truncados
   Estos nervios si que están completos en el primer tercio de la iglesia, formando la cúpula que cierra el ábside, frente al altar.
¿Por qué están estas cúpulas sin acabar? Sobre esto cabe dos posibilidades:
- o nunca se acabaron.
- o fueron acabadas y luego destruidas.

  Esta última posibilidad sería muy remota si no fuera porque se conserva un documento firmado por el Rey Pedro IV de Aragón ( Pere el Cerimoniós), ordenando la destrucción de la iglesia del Salvador de Morvedre. ¿Como es esto posible?

  En  1354 Pedro I El cruel  de Castilla declaró la guerra a Pedro El  Ceremonioso de Aragón. Es la llamada guerra de los dos Pedros. Uno de sus episodios fue la conquista de Sagunto por las tropas castellanas en 1363. La ciudad permanecerá en poder del rey castellano hasta el 14 de Septiembre de 1365 en que será reconquistada por el monarca aragonés. Esta reconquista le costó Dios y ayuda, porque los soldados castellanos se hicieron fuertes en el tejado y campanario de la iglesia del Salvador, y desde allí lanzaban flechas a los soldados aragoneses,  los cuales finalmente tomaron la iglesia aunque a costa de sufrir numerosas bajas.
 Debido a este episodio, el Rey publicó un edicto por el cual prohibía  toda nueva construcción en el arrabal del Salvador para que no pudiera servir de refugio al enemigo y asimismo ordenaba la demolición de la iglesia.
   Obviamente esta demolición nunca se llevó a cabo, seguramente fue una decisión "en caliente" que alguien le aconsejó meditar, pues habría sido un sacrilegio y un conflicto con las autoridades eclesiásticas impensable para la época. No obstante no es descabellado pensar que este derribo pudiera haberse iniciado por la parte más alta de la iglesia, desmontando su tejado hasta que llegó la orden de parar. Así, la pregunta sobre si las bóvedas están inacabadas o destruidas sigue siendo un misterio.


Donde si están las nervaduras acabadas es en la cúpula del ábside del altar mayor.
 El altar actual data de los años 50, el original junto con un retablo churrigueresco fueron destruidos durante la guerra civil, cuando la iglesia fue asaltada por milicianos anarquistas. También fue destruida la barandilla de marmol jaspeado que rodeaba el altar y que provenia de un monumento funerario romano hallado ceca de la iglesia en el siglo XVIII.
 Donde se juntan los nervios hay una pieza redonda  que forma la clave de la bóveda y que representa a Cristo Pantocrator.

La clave con imagen del Cristo Pantocrator






Entre los siglos XVII a XIX a la iglesia se la añadieron las dos capillas laterales que tiene ahora y se construyó la casa parroquial al lado, a la vez que el terreno situado detrás de la iglesia y que había albergado el cementerio fue edificado. De tal manera que la iglesia quedo encajonada por tres de sus cuatro lados entre construcciones modernas que desvirtuaban su forma original. También, al igual que la Iglesia de Santa María, su interior fue completamente cubierto con estuco blanco.


Mi Suegro Eusebio Almenar tocando la clave en 1948


En 1948 se decidió eliminar todo el estuco que cubría el interior de la iglesia, dejando al descubierto los sillares, a la vez que se rejuntaron estos con argamasa,  obra que realizó mi suegro, el contratista  D. Eusebio Almenar y de la cual siempre se ha sentido especialmente orgulloso. Observese en la foto las medidas de seguridad de la época:  andamios de maderos atados con cuerdas, ausencia total de arneses, cascos , etc.  

  En 1991 se acometió la última y más completa restauración de la iglesia: Se derribó la antigua casa parroquial, lo que permitió dejar exenta la iglesia y recuperar parte de su aspecto original, se excavó en su interior descubriendo los restos de la iglesia románica antes mencionada y se descubrió una cripta subterránea con restos de enterramientos, así como fragmentos de material funerario romano, cerámica, etc.
Tengo pendiente una entrevista con el párroco para acceder a la cripta, así que un día de estos habrá una entrada sobre ella.
Hasta pronto.

Se ha recuperado  parte del espacio del antiguo cementerio

El arco cegado que unía la iglesia con la casa parroquial.












Una lapida medieval recuperada en el entorno de la cripta.

2 comentarios:

  1. espero que no te moleste ,cojo la foto de tu suegro para poner en el grupo No eres de sagunto si

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  2. Mientras digas de donde la has sacado

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