Lo que me llamó la atención enseguida no fue la cruz en sí, sino el bloque que le sirve de pedestal. Se trata de una pieza rectangular de caliza azulada. Esta es la típica piedra de las canteras de la montaña del castillo y es tambien el material usual con el que están construidas casi todas las obras romanas de la comarca. El pedestal tenía aspecto de ser mucho más antiguo que la cruz que hay encima y me dio la sensación de que podía tratarse de algún material romano reutilizado.
Se trata de un bloque de una sola pieza, de 1'90 x 41 x 60 y tanto por su caras anterior como por la posterior está recubierto de arriba a abajo por este diseño en forma de estrellas de seis puntas. También tiene este curioso agujero circular en su tercio superior derecho, de siete cm de diámetro.
Me dio por pensar si no se trataría de un resto de algún monumento funerario romano, quizás aparecido in situ durante la construcción del cementerio a principios del XIX, pues no lejos de allí en el camino de Liria que pasa por delante del camposanto aparecieron enterramientos de una necrópolis romana en la década de los 60 del último siglo.
En fin, la imaginación se dispara...intenté encontrar alguna referencia al respecto pero no encontré nada en los libros que suelo consultar de historia local, tampoco ninguno de mis conocidos parecía saber nada del dichoso pedestal.
Por fin ayer el misterio quedó resuelto.
La biblia de la epigrafía Valenciana |
Ayer estuve cenando en el resturante Espai Gaeta de Ciutat Vella, que como sabéis tiene tambien una biblioteca a disposición de los clientes. Uno de los libros que se pueden consultar es este ejemplar de "Les inscripcions romanes del Pais Valencià" de Josep Corell, editado por la Universidad de Valencia. Al abrirlo me encontré con una foto que me hizo dar un salto de alegria. ¡ Eureka!
Según Corell el bloque apareció en agosto de 1775 al demoler una casa situada junto a la puerta de la Villa (ayuntamiento-plaza mayor). Parece ser, según el Conde de Lumiares (uno de los primeros arqueólogos que estuvo excavando en Sagunto a finales del XVIII), que el pedestal estaba rematado en forma de cabeza, con una inscripción en su base con las letras "A.N.P.Q.". Pero tanto la cabeza como la inscripción habían desaparecido ya en el siglo siguiente, pues el historiador Chabret no las menciona.
Según Corell, siguiendo a Lumiares, este pilar rematado en forma de cabeza corresponde a una herma romana.
Las hermas eran unos cipos o pilares de lados rectangulares rematados en forma de cabeza y con atributos masculinos (si, es un pene) en su base, Los romanos adoptaron este tipo de estatuas de los griegos, los cuales las solían colocar en las calles como protección para los transeúntes o marcando los límites de barrios e incluso propiedades agrícolas y cruces de caminos fuera ya de la ciudad. Con el tiempo la cabeza que originalmente era la del dios Hermes fue sustituida por representaciones de todo tipo (gobernantes, personajes mitológicos, filósofos, etc.). En el imperio romano la herma fue adquiriendo una función más ornamental, sirviendo como soporte para emparrados en las casas, remates de barandillas, etc. La nuestra correspondería a esta tipología.
Como decía antes, el remate en forma de cabeza con la inscripción desapareció sin que se haya vuelto a tener ninguna noticia al respecto. El pilar fue trasladado al antiguo cementerio del Loreto situado fuera de las puertas de la ciudad (Actual lado este de la plaza Cronista Chabret y calle Camino Real), donde se usó como pedestal para la cruz del cementerio. Ambos elementos, cruz y pedestal fueron trasladados al cementerio nuevo que se inauguró en 1804 y fueron emplazados donde pueden verse actualmente.
...Y esta es la historia de esta piedra.
Hasta una próxima entrega.
¡La de vueltas que se puede dar siendo una piedra! ;)
ResponderEliminarEs curioso lo bien que se conserva el relieve...
Si, el relieve está practicamente intacto, por desgracia el remate ha desaparecido. El agujero posiblemente era para sujetar una barandilla.
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